viernes, 2 de octubre de 2015

Castillo Azul



El Castillo Azul es un edificio localizado en San José, Costa Rica. Es una de las cuatro edificaciones que pertenecen a la Asamblea Legislativa de Costa Rica y alberga la presidencia del congreso. Se encuentra ubicado en Cuesta de Moras, entre Avenida Central y calle 17, sobre el bulevard Ricardo Jiménez Oreamuno. Es un elegante inmueble de dos plantas con arquitectura de estilo neocolonial y mediterráneo, lo que, sumado a su importancia histórica y política, lo convierte en uno de los edificios más emblemáticos de esta capital centroamericana. En el pasado sirvió de Casa Presidencial y también fue sede de la Embajada de los Estados Unidos. Fue declarado monumento nacional y patrimonio histórico-arquitectónico de la nación costarricense en 1976.

Historia 


El Castillo Azul fue construido en 1911 por el grupo de ingenieros "Andreoli e Induni", por encargo de Máximo Fernández Alvarado, líder del Partido Republicano, quien aspiraba a la presidencia de la República y planeaba utilizarlo como Casa Presidencial y residencia personal, de allí su ubicación cercana al Cuartel Bellavista, el principal cuartel de armas de San José. Las elecciones de 1914, sin embargo, quedaron sin ganador y de acuerdo a la constitución vigente, fue llamado a ejercer el licenciado Alfredo González Flores, diputado y miembro del mismo partido, quien ocupó la mansión. Durante 1917, el presidente González Flores fue derrocado por su Ministro de Guerra, Federico Alberto Tinoco Granados, quien tomó el poder de facto. De este modo, la casa fue ocupada por él y su esposa doña María Le Fernández Le Cappellain. Durante el corto gobierno de los Tinoco, la casa fue testigo de los más elegantes bailes y recepciones que la primera dama ofrecía a la agradecida oligarquía capitalina, quienes habían apoyado el golpe de estado. La casa fue desmantelada en 1919 cuando los Tinoco se exilian en Francia. El siguiente gobernante, el Presidente provisional Francisco Aguilar Barquero, decidió no residier en el Castillo Azul y únicamente lo utilizó como su despacho, mientras que su sucesor, Julio Acosta García, se negó a vivir bajo el mismo techo donde residió alguna vez la familia Tinoco.

La Casa fue adquirida nuevamente por su propietario original, Máximo Fernández Alvarado, quien vendió el edificio al Departamento de Estados de los Estados Unidos para colocar allí una legación que sirviera de embajada. Los funcionarios estadounidenses decidieron modificar la construcción por razones de seguridad y colocaron doble piso de madera, un sistema contra incendios y enormes vigas antisísmicas que "amarran" todo el edificio y que todavía cumplen su cometido. También modificaron la distribución de las salas para hacer oficinas y estudios, y colocaron en las verjas de las ventanas las letras USA.

En 1932, un grupo de militares rebeldes se apoderó del Cuartel Bellavista para dar un golpe de estado. Los contingentes leales realizaron la defensa desde la Penitenciaría Central (actual Museo de los Niños) y un tiro errado derribó la torre azul de la embajada. Como anécdota, el embajador Roy Tasco Davis envió una carta a Washington D.C en la que relataba que el hecho no pasó de ser "un gran susto" y que inclusive tuvo la virtud de traerse al suelo un enorme panal que había en la torre, por lo que "pudo disponer de miel fresca por muchos meses".

No obstante, lo ocurrido motivó a los norteamericanos a poner en venta la edificación. Fue así como la propiedad pasó a manos del Dr. Carlos Manuel Gutiérrez Cañas, quien invirtió una suma importante en reacondicionarla en sus formas originales y amueblarla. En esta época se bajó el cielo raso en algunas habitaciones para tapar la viga antisísmica que pusieron los norteamericanos, se cambió el piso del vestíbulo pues no correspondía en cuanto a arquitectura con el resto de la casa, se remodelaron los baños y se cerró el balcón del frente, entre otras cosas. Una pequeña edificación en la parte posterior fue demolida.

Durante una de las administraciones del controvertido ex presidente José Figueres Ferrer, ordenó la destrucción del histórico Palacio Nacional (sede del congreso) para construir en su lugar el Banco Central. La Asamblea Legislativa se trasladó a un complejo de edificios entre ellos ésta mansión. En 1989, como parte de la celebración del Centenario de la Democracia Costarricense, el Gobierno de la República adquirió el edificio para que formara parte de la Asamblea Legislativa
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1 comentario:

  1. Gracias por toda la reseña hostórica. Definitivamente una de las construcciones históricas mas bellas de San José.

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